Siempre me ha encantado la playa... Aqui me ahogo entre tanta piedra...
Añoro el sentir el agua del mar en mi piel y como los granos de arena de escapan de entre mis dedos...
Dejarte llevar acunada por su cadencia, flotar y al cerrar los ojos te llenas del rumor de las olas y del viento y entonces vagas por el espacio como una gaviota mas...
Añoro nadar y nadar y llegar a ser un diminuto ser dentro de esa inmensidad...
o llenarte de la belleza de una simple concha...
Añoro el abrazo calido y distinto de un amante caprichoso, suave y sabio: El oceano... mi oceano... cambiante y eterno...nunca el mismo, siempre diferente. En algunos momentos puede parecer docil y amable y al segundo travioso y, mas tarde, colerico...
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