viernes, octubre 05, 2007

Tic-tac, tic-tac...

Los días pasan muy rápido.

Entre el despertarse y el dormir existe el mismo número de horas de siempre.
Sin embargo estas nunca fueron tan cortas para hacer todo lo que necesitamos terminar en 24 horas. Y eso que la tecnología nos trajo incontables facilidades: el horno microondas permite calentar la comida en un minuto, para hacer un litro de jugo de naranja basta con mezclar agua y polvo o abrir un brik, con los automóviles recorremos grandes distancias en pocos minutos, no necesitamos esperar el periódico de mañana para saber las noticias de hoy...
Ahora imaginemos que ocurria antiguamente cuando la comida se hacia en un fogón la leña (y habia que ir a cortar la leña).. cuando la naranja necesitaba ser cosechada, exprimida y mezclada con agua... cuando recorrer 20 kilómetros a caballo llevaba horas...
En vez de tener más tiempo, en razón de la rapidez con que las cosas suceden, tenemos cada vez menos tiempo para aprovechar los momentos con nuestra pareja, nuestros familiares y amigos.

Almorzamos rápido (cuando almorzamos), trabajamos con un ritmo acelerado (es hasta difícil conversar con los compañeros que están a nuestro lado todo el tiempo) y asimilamos las informaciones de forma superficial.

Y cuando llegamos a casa al final del día? Estamos cansados, sin gana de intercambiar ideas con nadie. O sea, ese momento que tenemos para estar al lado de la persona con la que compartimos nuestras vida lo pasamos sin hablar, sin comunicarnos, sin compartir o, como mucha gente, viendo la televisión para distraernos, mientras la vida va pasando.

Es imposible frenar el mundo y quedarse ajeno. El siglo 21 nos obliga a que seamos ágiles, pero podemos aprovechar mejor los días libres (aún existen) y las horas en las que no tenemos obligaciones.

Con fuerza de voluntad es posible despertarse antes para respirar el aire frío de la mañana, dormirnos antes abrazados a nuestros sueños, desconectar la televisión y ver lo que hay de bueno allá fuera. Caminar para prestar atención a cada detalle de la calle en vez de circular de coche... Son medidas simples que pueden significar mucho.

Otra prueba de que los días están pasando muy rápido es que pocos lectores de este blog llegarán hasta este punto. En el mundo de hoy, textos como este son bastante largos.