martes, mayo 20, 2008

Vetar las clases

Hoy he terminado mis clases. Por fin! Pero necesitaba seguir en ella ya que debía hacer un mantenimiento de los ordenadores. Mis alumnos estaban en sus mesas en las que este ya se había hecho y yo, fuera de mi horario, pretendía seguir trabajando, en silencio y sin molestar pero al profesor que le tocaba dar clase a esa hora le debió sentar fatal que estuviera allí porque me dijo que esperaría fuera a que yo saliera y que por favor me diera prisa, así que recogí mis bártulos y me fuí.
Un profesor que no es capaz de concentrarse ni de concentrar a sus alumnos mientras un compañero trabaja en silencio solucionandole problemas no merece mi respeto como profesional de la educación. Ya estoy harta de los profesores que se niegan o se avergüenzan de mostrar lo que hacen en el aula, que exigen que todo funcione pero no ponen los medios para ello, que hablan y se llenan la boca de educación… docencia… pedagogía… compañerismo… calidad de enseñanza… pero que jamás lo llevan a la practica. ¡Es más fácil hablar que actuar!
No pretendía juzgar la forma de dar clases de mi compañer@…
cada uno hace las cosas como cree que debe hacerlas.
Cuando te incorporas a la docencia tienes mucho conocimientos pero nadie te enseña a enseñar… A venderte y vender tu producto… y, o sabes... tienes madera... ganas de hacer las cosas... y te gusta lo que haces, eres un enamorado de tu profesión... o así nos va…
Yo estoy encantada que la gente pase a mi aula porque estoy orgullosa de lo que hago y, como yo, tantos otros compañeros. A ver si empezamos a dejar de asustarnos y a tirar los complejos por la borda.
He de reconocer que me ha decepcionado mucho este compañer@